INTRODUCCIÓN
De acuerdo con investigaciones lo que generalmente antecede a una conducta agresiva es el enojo más que cualquier otra emoción. Muchas personas cuando sienten algún tipo de amenaza o bloqueo en el logro de sus objetivos se enojan y adoptan una postura agresiva. Son ofensivos, gritan y se enfurecen hasta en algunos casos dar miedo. Puede que sus parejas, amigos y familia muchas veces los dejen “ganar” y salirse con la suya con tal de poder alejarse o que la situación se calme.
CONSECUENCIAS DEL ENOJO
La evidencia científica hasta el momento dice que la manifestación de conductas agresivas asociadas a la ira, puede llevar a un deterioro de las relaciones interpersonales, accidentes, sentimientos de culpa y de tristeza cuando la persona se auto percibe con escasos recursos para controlar su enojo. Y a su vez varias investigaciones encuentran una relación entre la tendencia a experimentar índices elevados de enojo con el desarrollo de hipertensión y de enfermedades coronarias del corazón.
QUÉ SE ENTIENDE POR ENOJO?
En general en la literatura científica se habla del enojo como un componente de la ira. Es decir podríamos establecer un continuo que va desde una leve molestia o irritación pasando por sensaciones de enojo hasta llegar a un grado elevado de malestar que sería la ira donde hay un componente de activación fisiológica importante y un impulso a actuar más marcado.
Si bien es posible establecer una diferenciación entre el enojo y la ira en este artículo voy a usar estos términos de manera indistinta, con fines psicoeducativos.
La ira es ante todo una emoción. Las emociones son estados psicológicos que incluyen respuestas fisiológicas, respuestas cognitivas (es decir tenemos determinados pensamientos, imágenes) y las emociones tienden a que actuemos de una forma determinada. Según Darwin, las emociones han estado presentes a lo largo de la evolución y cada una cumple una función específica que ha permitido que los seres humanos nos adaptemos al medio y sobrevivamos.
Varios autores coinciden con Darwin respecto a que la ira es una emoción necesaria para la supervivencia del ser humano y su adaptabilidad ante las exigencias del medio. La función de esta emoción es favorecer y mantener altos niveles de energía en pos de defendernos de una persona o situación que está bloqueando el logro de un objetivo o cuando percibimos que algo o alguien vulnera nuestros derechos o nos trata injustamente.
Es común que quien experimente enojo se perciba a sí mismo como agraviado o agraviada y reaccione en forma de resentimiento por pensar que sus derechos fueron transgredidos. La persona que experimenta enojo siente impotencia, desvalorización, irritabilidad y en casos más intensos, odio. Pueden haber pensamientos de venganza y de traición sobre la situación que originó el enojo.
Las emociones pueden analizarse desde distintas dimensiones y en relación a la ira o el enojo tenemos por un lado los componentes cognitivos de esta emoción, es decir determinados pensamientos o imágenes que aparecen en nuestra mente, a veces de una manera no muy consciente. En el caso del enojo puede que sean pensamientos en relación a estar recibiendo un trato injusto, al bloqueo de determinados objetivos o que nos enojemos al tomar conocimiento de situaciones que consideramos inmorales o injustas. Por ejemplo puede que sientas enojo con el país donde vives si estas buscando trabajo hace meses y no lo consigues, algunas personas creyentes se enojan con Dios cuando pierden un ser querido, puede que te enojes con la vida por sentir que has experimentado muchos traumas o que te enojes con tu pareja por sentir que no te está dando el trato que te mereces. O inclusive puede que te enojes contigo misma o contigo mismo y expreses ese enojo a traves de conductas autodestructivas.
Por otro lado las personas que tienden a enojarse con facilidad y en un grado elevado se observa cierta rigidez cognitiva, para decirlo en términos que se entienda esto sería cierta incapacidad para poder tomar distancia de los hechos y evaluar las situaciones que producen enojo desde otras perspectivas o interpretaciones posibles.
Esto puede deberse por un lado a conductas aprendidas, hay estudios que relacionan la tendencia a enojarse y tener conductas agresivas con una infancia de maltrato. Aunque los factores biológicos también juegan un papel importante ya que hay personas que tienen de manera innata una mayor vulnerabilidad para sentir las emociones con mayor intensidad.
Según la terapia cognitiva las personas con dificultad para manejar el enojo suelen tener creencias irracionales o disfuncionales, esto son un conjunto de creencias que no se ajustan a la realidad, producto de ciertos sesgos cognitivos.
Segun el psicólogo Albert Ellis, padre de la Terapia Racional Emotiva Conductual hay cuatro tipo de creencias irracionales con las que la mayor parte de la gente crea su ira y estas son:
“Es terrible que haya gente que me trate de una manera tan poco atenta y tan injusta”
“No soporto que me traten de esta manera”
“Bajo ningún concepto deberían portarse tan mal conmigo”
“Como se conducen como no deberían ¡Son unas personas malvadas que no merecen una buena vida y deberían ser castigadas”
POSIBLES TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS
Hoy en día hay otros enfoques psicoterapeuticos que no hacen tanto hincapie en la modificación de creencias irracionales como un factor de cambio, sino apuntan mas al desarrollo de ciertas habilidades como la Terapia Dialéctico Conductual que es la que mas recomiendo para este tipo de problematicas o la terapia de aceptación y compromiso.
DIMENSIÓN FISIOLÓGICA DEL ENOJO O LA IRA
Cuando nos enojamos se producen ciertos cambios físicos como por ejemplo el incremento de la tensión muscular, el ritmo cardiaco y respiratorio, esto nos ayuda a mantener el cuerpo listo para la acción. También hay un incremento de la adrenalina para que la sangre llegue hasta los músculos más importantes del cuerpo. De esta manera la ira nos puede ayudar a enfrentarnos a cualquier cosa que amenace nuestra vida o a cualquier otro tipo de emergencias.
DIMENSIÓN CONDUCTUAL DEL ENOJO O LA IRA
En cuanto a los componentes conductuales de la ira por un lado tenemos la presencia de una expresión facial característica (cejas bajas, contraídas y en disposición oblicua, tendencia a rigidizar los labios y la mandíbula, los párpados inferiores tensionados y la posición de la boca en ademán de gritar, junto a una mirada prominente) y por otro lado hay una tendencia o impulso hacia conductas agresivas.
Pero enojarse, molestarse o irritarse con una situación no implica que una persona tenga que necesariamente expresar su enojo de manera agresiva.
Hay que establecer una distinción entre lo que es una emoción y lo que es una conducta. Las emociones por sí solas no generan consecuencias negativas en nuestra vida. Pero gritar, insultar, golpear, decir cosas hirientes o lanzar objetos si puede generar consecuencias negativas en la vida de una persona. Y esto es lo que comúnmente le ocurre a las personas con desregulación emocional.
DESREGULACIÓN EMOCIONAL
La desregulación emocional consiste en una falta de control sobre la propia conducta caracterizada por una hiperreactividad emocional. Esto significa que una persona con desregulación emocional experimenta las emociones de una manera más intensa, las emociones surgen con facilidad y no son capaces por más esfuerzo que hagan en controlar su conducta cuando se presentan estas emociones intensas. Además de que tiene mucha dificultad para regresar a un estado de calma. Bajo esos estados de emocionalidad intensa el pensamiento más objetivo se ve afectado, las personas perciben la realidad de una manera sesgada y no logran controlar sus impulsos. Muchas veces cuando retornan a un estado de calma se arrepienten de lo que dijeron o hicieron.
Todas las personas o casi todas hemos vivido alguna una situación de desregulación emocional ante alguna situación estresante que nos sobrepasó pero en las personas que suelen tener problemas de ira la desregulación emocional constituye un trastorno y puede darse no sólo ante situaciones estresantes sino también ante situaciones que para muchas personas no serían motivo de un enojo tan grande. Por ejemplo, que pierda tu equipo de futbol favorito.
Las personas con desregulacion emocional muchas veces en un intento por calmar ese estado de emocionalidad intensa recurren a conductas impulsivas que a corto plazo pueden dar cierto resultado para aliviar un malestar, pero a largo plazo generan problemas. En el caso del enojo, por ejemplo agredir a otra persona puede que en un principio genere alivio pero a largo plazo no seria efectivo si esto hace que termines teniendo problemas legales, o que tu pareja te deje o que pierdas tu trabajo etc.
Si eres hiriente con tu pareja cuando sientes que te ha faltado respeto o no te ha valorado y esto te lleva a sentir enojo y necesidad de «vengarte», diciéndole lo más hiriente que se te ocurra puede que en el momento sientas algun alivio, pero si tu objetivo es mejorar tu relación y seguir con esa persona, tener este tipo de conductas te aleja de ese objetivo. Lo más probablemente es que logres todo lo contrario.
REGULACIÓN EMOCIONAL
En cambio una persona con regulación emocional tiende a lograr autorregular sus emociones con el uso de ciertas habilidades, como calmarse a sí misma, reenfocar su atención en otra cosa y logra expresar sus emociones de una manera asertiva en la que tiene más posibilidades de obtener consecuencias positivas.
SOBRECONTROL EMOCIONAL
Por otra parte en el extremo opuesto de la desregulación emocional se encuentra la sobregulación, esto sucede cuando las estrategias de una persona se centran en un esfuerzo constante por controlar sus emociones. Puede que por dentro sean un volcan a punto de estallar y por fuera estén intentando sostener una sonrisa.
Por ejemplo una persona con fobia social puede que evite expresar su enojo por miedo a ser rechazada y que esta situación luego le genere un enojo consigo misma por no haber logrado poner un límite o que se respeten sus derechos. De esta manera el no lograr expresar el enojo puede conducir a un cuadro depresivo.
TODAS LAS EMOCIONES SON VÁLIDAS
Dentro del campo de la psicología y el coaching vas a encontrar un grupo de profesionales que hablan acerca de emociones positivas y emociones negativas y otro grupo, que sostenemos que no existen emociones positivas ni negativas, ni emociones buenas ni malas. El enojo por ejemplo puede ser algo beneficioso si me lleva a querer luchar por las justicias sociales, o a terminar con una relación de pareja donde me faltan el respeto continuamente. Sin un cierto grado de enojo posiblemente no se hubiese abolido la exclavitud ni las mujeres hubiésemos salido a luchar por nuestro derecho a voto.
Hablar de emociones positivas o negativas es muy simplista y no ayuda a que las personas logremos relacionarnos con nuestras emociones de una manera más efectiva. Porque si empezamos a pensar bajo la tiranía de los debería “oh no debería sentir sentir enojo, no es bueno”, “deberia pensar en positivo” puede que tendamos a querer ignorar, evitar o querer reprimir estas emociones, que muchas veces tienen algo valioso para decirnos.
Las emociones que siente una persona no son en sí problemáticas y tienen un valor funcional muy importante. Cuando el enojo se logra expresar de manera constructiva y no hostil, nos da la posibilidad de vivenciar sentimientos importantes, identificar problemas, corregir preocupaciones y motivar comportamientos efectivos.
Algunas fuentes consultadas:
- Psyciencia.com
- Controle su ira antes de que ella le controle a usted (Albert Ellis)
- Manual de Entrenamiento en habilidades DBT (Marsha Linehan)
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Disclaimer: La psicología no es una ciencia exacta. A veces hay evidencias que se contraponen. Otras veces con el paso del tiempo se descubren cosas nuevas. Intento ser lo más objetiva posible. Si hay algo de lo que digo que ya no es tan actualizado hacemelo saber en los comentarios.